domingo, 6 de septiembre de 2009

¡NO MIRES!

No es habitual en mí dejar pasar más de una semana sin escribir una entrada, pero como algunos saben y otros intuyen, mi cabeza lleva "haciendo el centrifugado" hace como un mes.
Dudas, miedos, temores infantiles (y otros no tan infantiles)me tienen absorta totalmente.
He decidido que como el vértigo me está acechando y estaba tambaleándome y produciendo una sensación de mareo bastante desagradable en mí, voy a cerrar los ojos, así aunque no lo vea pasar ante ellos para desvanecerse posteriormente, sentiré que optó por no interesarse en mi persona y se fue sin más.
Primero tuve uno de los cantes más penosos en los 6 meses que llevo cantando y salí de casa del prepa con una sensación de rabia- impotencia- ira- tristeza-desazón (que cualquier opositor que se tercie conoce a la perfección cuando ha estudiado en profundidad un tema y al cantar sale con la impresión de que no le ha lucido nada!)y aunque el prepa me dijo que estaba muy bien, estoy segura que fue uno de los temas más falto de contenido de los que habia cantado hasta el momento. Dejando de lado el mencionado cante y en vista al siguiente para ponerle remedio, me tocaba llevar los temas de registro de la Propiedad (35, 36 y 37 de civil) y cuando estaba estudiándome la fe pública registral de repente se me encendió la bombilla y empecé a ver las cosas de otra forma (sí, tengo unas asociaciones de ideas bastante extrañas, pero así es).
¿Y qué tiene que ver la fe pública registral con todo esto?pues en mi caso mucho, porque la asociación de ideas que hice con el artículo 34 de la Ley Hipotecaria me devolvió aunque sea momentáneamente la calma.
Me han pasado varios acontecimientos alrededor en este tiempo que aunque no hayan sido directamente incidentes sobre mi persona, a las personas a quienes han perjudicado me importan, y por ello la repercusión es pensar.
Dos compañeros de opo han abandonado el barco de la judicatura esta semana con 3,5 años y 4 años de preparación respectivamente y llevo toda la semana dándole vueltas y más vueltas al asunto porque si esas personas (que bajo mi punto de vista están más que cualificadas) alegan en su favor al abandonar que, no pueden más, ni física ni psicológicamente, que no serán capaces de seguir renunciando a su vida por estar 13 horas diarias estudiando durante X años más y que tienen una edad que necesitan tener una estabilidad económica y no pueden permitirse seguir ostentando la calidad de opositor....¿qué quieren que piense yo?¿me corto las venas o me las dejo largas?¿me desmoralizo o viendo el lado egoista pienso que así menos competencia? volví a mi casa tras un café de despedida con ambos, pensativa y cabizbaja, me senté en el sofá, encendí un cigarro y la lavadora de mi cabeza empezó a centrifugar a 10000000 revoluciones por segundo.
En este estado de aluvión de ideas y en uno de mis momentos "rallazo" característico equiparé el articulo que antes he mencionado a mi situación actual. Si para tener la condición de 3º segun el 34LH se requiere buena fe, adquirir a titulo oneroso, de alguien con facultad para transmitir, e inscribirlo en el Registro para poder estar protegido como tal y que produzca plena eficacia, igualmente el derecho hipotecario implica (art 32) que aquello que no està inscrito, no perjudica a tercero.
Dicho esto, yo soy el tercero en esta historia, porque buena fe es lo característico en mí, he adquirido a título oneroso el derecho a opositar de alguien que me lo transmitió y que tenia facultades para ello, pero a diferencia de lo que impone el 34LH no he inscrito mi derecho para que produzca eficacia plena y el Tribunal Supremo no inscribió anteriormente a mi inscripción su derecho a negarme la plaza, con lo cual y tras reflexiones varias, he concluido que si mirar hacia delante me da vértigo y me abordan las dudas, MEJOR CIERRO LOS OJOS Y SIGO ANDANDO, SIEMPRE HACIA DELANTE PERO SIN PERDER EL NORTE.