Si hace unos meses me hubieran regalado la postal con la que ilustro la entrada de hoy, posiblemente nada hubiera sido igual. Quizá me hubiera ahorrado el tiempo que invertí en intentar encontrar el origen de todo cuanto sentía, sin dar pasos en falso, ni desviar la vista hacia otro lugar.A veces no encontramos respuestas porque no sabemos buscarlas en el lugar oportuno y otras simplemente el frenético ritmo de vida que llevamos no nos permiten detenernos a pensar.
En noviembre llegué a pensar que me habia vuelto completamente loca porque no era capaz de controlar mis estados anímicos, derivados de estar cerca de 10 horas diarias estudiando y de pasar de la risa al llanto en 0,3 segundos, sin más; sin saber el porqué. Aquello llegó a preocuparme bastante, ya que no estaba en mi mejor momento personalmente hablando y tuve que tomar cartas en el asunto.
Hoy escribo esta entrada gracias a que encontré el origen, no la solución al "supuesto problema", y digo supuesto porque ahora sé que no lo es, sino que lo que me pasaba era que desconocía el significado de la palabra MOTIVACIÓN.
Cuando eres opositor, eres consciente de que tu mente experimenta millones de metamorfosis y que la que un dia te hace sentir que te vas a comer un Carperi a bocados, otra te hace sentirte como un miserable gusano que no tiene ni idea de derecho frente a los miembros del Tribunal.
Y aqui es donde entra en juego la frase de la postal "motivar es cuidar que todo ser disponga de los nutrientes básicos que le faciliten crecer, madurar y ser él mismo".
Una simple postal me hizo tomar consciencia de que ni estoy loca, ni enferma, ni abducida por Montero Aroca (que ya me abdució bastante cuando me daba clase de procesal) sino que mi concepción de motivar era errónea.Siempre he concebido la motivación como algo externo, que procede de fuera o que te proporciona algo que necesitas en un momento puntual, o dicho de otra forma, una inyección proviniente de algo o alguien del exterior, no de uno mismo.
He aqui mi gran equivocación: pensar que algo o alguien debe motivarme, porque con ello estaría sumiendo mi estado anímico a una persona o cosa que no tiene culpa ninguna de que yo esté como un cencerro ¿no? :p
Pues bien, entendí que la frase comienza por uno mismo y acaba en él. Si no me cuido para disponer de los nutrientes básicos (dícese alegría, ilusión, ímpetu, ganas, brío y autoestima) ¿cómo carajos me iba a facilitar crecer, madurar y ser yo misma?
Siento decir para bien o para mal que ahora mismo estoy MUUUUUUUUUUUUUUUUY PERO QUE MUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUY MOTIVADA y que reconozco que la motivación empieza por cuidarse a uno mismo, pero no les voy a quitar el mérito a quienes me acompañan en este camino y hacen que mis nutrientes básicos se mantengan al nivel óptimo en mi organismo. GRACIAS A TODOS Y CADA UNO DE VOSOTROS, COMPAÑEROS que con vuestras experiencias personales en forma de comentario sois todos y cada uno, parte de mi motivación ;)
