Es increible lo versátil que de manera innata resulta el ser humano: no solamente es capaz de pasar de la risa al llanto en 0,3 segundos sino que de motu propio toma sus propias decisiones sin avisar, como le ha pasado a quien suscribe hoy mismo. A escasos 18 días de la primera prueba de la oposición (léase test o en jerga Yol "ese sistema de examen que tan mal se le da") ya he tenido mi primer "aviso" de que algo no va bien...
Dejando de lado mis cambios de humor cual Dr. Jeckyl y Mr Hide y teniendo en cuenta que ya no soy novata, sigo sin entender este colapso, pero lo único que sé es que de repente he empezado a sofocarme estudiando el nuevo tema del genocidio y me faltaba el aire; la gran diferencia de la convocatoria anterior es que quizá no tenia presión ninguna porque tampoco existía la posibilidad de aprobar sin haberme visto siquiera el temario entero; lo que en principio debería provocarme más serenidad por llevar eso por delante ahora, cosa que no es para nada asi.
Me he decidido a escribir esta entrada con la finalidad primordial de leer lo que escribo e intentar entenderme a mi misma (cosa que encuentro soberanamente difícil cada dia que pasa) pero con la expectativa de que si alguno de mis compis siente algo parecido, pueda verlo desde otro prisma al leerlo de otra persona que no sea uno mismo y así poder hacerlo más liviano en lo sucesivo compartiéndolo.
Después de explotar a modo de llantina prolongada durante casi dos horas y tras acabar con los ojos hinchadísimos el balance es el siguiente: en primer lugar, cuando me colapso y me da por llorar, lo paso fatal pero después me siento mucho más relajada y retomo los temas como una balsa de aceite, cosa que con el sentimiento de frustración de darme tanta caña a mi misma es materialmente imposible, sino cuanto más, contraproducente; asi que aunque me resulte un reto, debo dosificar más mis fuerzas y no hacer estos excesos porque me pasan factura y no estamos a estas alturas como para perder tiempo de estudio ni mucho menos para flagelarnos por no hacerlo las horas que deberíamos. De nada sirve leer y leer si no retengo nada por lo saturada que estoy, con lo cual, la solución es hacer otra cosa y volver a retomar el estudio con más fuerza.
A medida que voy escribiendo soy más consciente de que "la teoría del estado anímico" la domino a la perfección, cosa que no pasa con la práctica, puesto que de ser asi, no estaría escribiendo esta entrada intentando canalizar o ver la luz al final del túnel del bajón que me ha dado.
Dicho sea de paso, lo escribiré otra vez y ésta en mayúsculas a ver si así me lo creo un poquito más y me aplico el cuento: PRIMERO VA EL 1 Y DESPUÉS EL 2, cada cosa a su tiempo y nada de ser mi peor enemigo pidiéndome siempre más y más a mi misma y sin saber cuándo decir:BASTA.
Parece que de alguna forma, escribir cómo me siento me sirve de autoterapia para canalizar mi exceso de autoexigencia, asi que me temo que hay psicología barata Yol para unas cuántas entradas jeje.
Mientras tanto, lucharé hasta el final. A por elloooooooooooooooooooooooooooooooos!!!!
2 comentarios:
¡Hola Yoly!, al habla una compi de fatigas. He llegado a este blog, precisamente, después de ir enlazando unos blogs con otros, porque siempre me gusta "seguir" los comentarios, las opiniones, los distintos puntos de vista de quienes forman parte de este alocado y tortuoso mundo de la oposición. No suelo comentar mucho, pero, esta vez, con tu entrada, que me ha llamado poderosamente la atención, no he podido resistirme.
¿Sabes?, leyendo cada una de tus palabras, cada vez, me sentía más y más identificada contigo...He experimentado cada una de las emociones, que con tanto acierto describes: sé lo que es acabar con los ojos hinchados, después de haber estado llorando de rabia, impotencia, tristeza...Sé lo que es ponerse delante de un Carperi, sin apenas poder atender a lo que tengo delante, porque mis pensamientos vuelan hacia otra parte, soñando con poder aprobar y con todas las cosas que pueden venir, a continuación...O, por el contrario imaginando lo duro que puede ser volver a suspender, de nuevo.
El test: simplemente, lo definiría como mi piedra en el zapato...como el mayor de los obstáuclos que he tenido, durante este tiempo en la oposición...Y, Yoly, el problema está en que muchos preparadores, incluso, compañeros le restan una importancia que sí merece: el test, siempre lo he dicho, es la llave que abre las puertas del Supremo...sin test, no hay nada.
Sólo te puedo hacer llegar, desde aquí, desde un lugar donde hay alguien que padece los mismos miedos y angustias que tú describes...Tranquilidad, en la medida que sea posible; ánimo; esperanza; fe en ti misma y trabajo duro en estos días que nos quedan...Porque, de algún modo, y después de que todo pase: con independencia del resultado...Pienso que tener la conciencia tranquila (sabiendo que lo has dado todo) es la clave.
Un abrazo muy fuerte, lleno de energía positiva, Yoly. Espero poder leerte, dentro de unos días...dándonos el notición de que aprobaste y de que estás contenta...
¡SUERTE!.
PD: Disculpa por la extensión del comentario...
hola!
A mi me pasa más o menos lo mismo y también encuentro un cierto consuelo actualizando el blog, últimamente casi a diario, lo que significa que estoy muy tenso y necesito desahogarme...si te relaja escribir hazlo.
Sin duda uno de los problemas más graves de este año es la bendita LO 5/2010 que tanto nos fastidia en penal, yo en cierto modo me he resignado, estudiaré todo lo que me permita mi estado de ánimo y lo que tenga que ser será.
Mi consejo es que te lo tomes con calma, llevamos mucho tiempo estudiando mucho todos los días, sabemos mucho y lo vamos a demostrar, la tensión es buena siempre que no nos bloquee.
Confía en ti.
Ya sabes donde encontrarme.
Bicos.
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