PROTOS CRIANZA 2002

Después de beberme esta botella, fue inevitable recurrir a la guia Peñín, que a día de hoy se ha convertido poco a poco en una especie de Biblia vinícola, pero si tenemos en cuenta el uso que hago yo de la Biblia...mejor diría que se ha convertido en mi Código Penal del vino jeje.
En la cata que hizo Peñín de este vino, lo definió de la siguente forma:
"Cereza granate. Aroma algo intenso, maduro, con predominio de notas tostadas sobre fondo de fruta lago reducida. En boca intenso, carnoso, taninos maduros y grasos, varietal, finas notas tostadas y mineral en el final, largo".
Personalmente y debido a que servidora no goza de tal profesionalidad, yo lo definiría como de color grana intenso, muy intenso y brillante, muy aromático y bastante frutal, poco ácido y con notas tostadas, muy interesante para acompañar carne e igualmente destacable como casi todas las añadas de la marca por la calidez y cuidado en su elaboración. Ya me confesé en su día una fan incondicional de la denominación de origen Ribera del Duero, por lo que no es de extrañar mi gusto por esta cata, y por ello invito a que lo probeis, porque es de los vinos que al no ser excesivamente caro y bastante frecuente en las cartas de los restaurantes, está al alcance de cualquiera y es una apuesta segura.
Para quienes gusten de un vino más persistente y maduro, optad por el reserva del 99 que es sencillamente....perfecto.
Y dicho todo ello, prometo desde aqui y entrados ya en Diciembre, que la próxima cata será de cava, y no un cava cualquiera del comercial que nos endosan en los aguinaldos o cestas navideñas, sino un cava artesano, paticular o destacable para estas Navidades, con el fin de que por lo menos al leer haya alguien a quien se le despierte la curiosidad de descubrir el cava en sí y verlo desde otra perspectiva.
Para este "medio puente" espero poder tener algo de tiempo para cocinar y subir alguna receta nueva, asi que por lo pronto, que el Dios Bacus os guarde.