Seguro que quien más y quien menos habrá visto alguna vez en su vida una película que tenga como protagonista a un abogado y para muestra, una como "el abogado del diablo", incluso me atrevería a decir que a un gran número de mortales les encantó esta película. Si bien es innegable los papelones que hacen tanto Keanu como Al Pacino, me he planteado en muchas ocasiones, qué es exactamente lo que cualquier persona describiría como un buen abogado, ya que si vivimos en una sociedad en la que nos bombardean con cine "yanki" y en la que la gente tiene una perspectiva de la ley basada en lo que le muestran las peliculas americanas, quienes nos movemos humildemente por el mundo legal, tenemos a diario la sensación de no cumplir con nuestro trabajo cuando no es así.
Aqui nadie protesta como en las pelis, ni se levanta la sesión dando un mazazo, ni los letrados se comen argumentando al fiscal señores. En nuestro sistema, es una decisión entre la legalidad y la moralidad, lo que convertirá al abogado en "bueno o malo" según el cliente que contrate sus servicios y para argumentar esta afirmación, la ilustraré con un ejemplo: supongamos que usted ha matado a una persona (sin entrar en detalles de cuales fueron los motivos) y acude a un abogado para que le asesore y le defienda en sus derechos.Es evidente que si su finalidad última es no cumplir una pena privativa de libertad, querrá sin duda que su abogado busque la "laguna" legal, para hacer ver en un juicio que usted es inocente, pero aqui es donde entra en juego la disyuntiva que mencioné anteriormente.¿el buen abogado es aquel que dejará su moral de un lado y velará a toda costa por los intereses de su cliente que en este caso son no cumplir condena? o por el contrario, ¿velará en pro de las estipulaciones legales y su interés prioritario será que se ejecute la pena impuesta al delito cometido?
Con esto no quiero otra cosa que lanzar una pregunta al aire, ¿el buen abogado es el que tiene un índice de casos ganados más alto independientemente de las causas que defienda, o es mejor aquel que guiado por su idea objetiva de justicia basada en lo que impone la ley, la defiende a capa y espada aunque ello implique perjudicar a su cliente?¿es el ejercicio de la abogacía una decisión de dejar de un lado la moral propia para jugar las cartas que le ofrecen las lagunas legales? Por mi parte, seguiré buscando respuestas, basándome en mi criterio propio, que no es otro que fundamentar la legalidad desde la perspectiva lógica, sin dejar de un lado mi moral....que no me permite hacer determinadas cosas.
Y para seguir disertando y dándole vueltas al coco, nada mejor que hacerlo con el estómago lleno de algo rico y sencillo de preparar como esta ensalada "SALMÓN FUMÉ":
INGREDIENTES:
-Lechuga romana, iceberg, radichio y hoja de roble
-endibias
-maiz
- 150 gr de langostinos cocidos y pelados
-3 láminas de salmón aumado
-pasas de corinto
-zanahoria
-un pepino pequeño
-un rábano
-mayonesa
-una cucharada de salsa de tomate o tomate frito
-un chorrito de whisky.
MODO DE PREPARACIÓN:
Lavar bien las lechugas retirando toda la tierra y cortar en juliana fina, a lo que le añadiremos la zanahoria picadita, junto con el pepino pelado y cortado en cuadritos pequeños, las pasas y el salmón a tiras, junto con los langostinos peladitos, de los que guardaremos 3 o 4 para decorar.Reservar.
Por otro lado mezclaremos la mayonesa(particularmente yo la elaboro a mano, pero podeis usar una hecha)con la salsa de tomate y el chorrito de whisky y lo pasaremos por la batidora para hacer la salsa cocktail o salsa rosa.
Y ahora montamos la ensalada: colocaremos en un plato las hojas de endibia a modo de barquitas y las rellenaremos de maiz a ambos lados del plato, dejando espacio en el centro para la mezcla que reservamos de las lechugas, la zanahoria,las pasas, el salmón, el pepino y los langostinos y lo disponemos en el centro a modo de montañita.Una vez colocada la ensalada, regaremos el centro con la salsa y colocaremos los langostinos restantes para decorar por encima y a cada extremo del plato pondremos un rabanito cortado a gusto del chef, a mi personalmente me gusta cortarlos en forma de flor, pero si están muy tersos, enteritos dan color al plato.
Y después de la foto de rigor...¡a comer!
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